consenso universal y objetivo respecto a su verdadera esencia. Y aun siendo muchos los que siguen reclamando la exclusión de las nociones religiosas del ámbito de lo público, un número creciente de pensadores, tanto religiosos como seculares, admite que tal llamamiento es en sí religioso.27 Me he ocupado hasta aquí de desmantelar las principales líneas de argumentación relativas a lo divisorio de la religión en el mundo actual. Aun así, sigo profesando una gran
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